¿Qué es la tasa de rebote?

El porcentaje o tasa de rebote es una métrica clave dentro de la analítica web que, al saberla interpretar, nos revela datos sobre el comportamiento o la intención de los usuarios con respecto al contenido que se les ofrece. El problema con este índice es que no significa lo mismo para cada página por lo que es fácil de mal interpretar.
Entendamos qué es realmente la tasa de rebote, lo que significa y sobre todo lo que no significa, debes leer hasta el final.
¿Qué es la tasa de rebote en una página web?
La tasa de rebote representa el porcentaje de personas que entran en una web y la abandonan sin haber interactuado con ella, es decir, navegando a otra sección, haciendo algún clic, llenando un formulario o comentando.
Esto nos puede sugerir algunas cosas con respecto al comportamiento del usuario dentro de las páginas y el contenido que hay en ellas.
Hay que tener cuidado de no obsesionarse con este indicador ya que un rebote puede darse por muchas razones. Entre ellas:
- Páginas que tardan en cargar: Una página que carga despacio puede provocar que algunos usuarios abandonen inmediatamente el sitio.
- Introducir una url en la barra de navegación: Si antes de interactuar con la pagina los usuarios escriben en sus barras de navegación o siguen algún enlace externo se cuenta como rebote.
- Bloqueadores de anuncio: Algunos Ad Blocks pueden interferir con los códigos de seguimiento que ayudan a medir el índice de rebote.
- Flechas del navegador: Presionar la flecha “atrás” en el navegador sin interactuar se considera como rebote.
- Tiempo de sesión expirado: Si un usuario pasa una hora en la página sin interactuar su “sesión” se termina y se cuenta su visita como un rebote.
Como verás, hay muchas formas en las que se puede influenciar la métrica del rebote, sin que necesariamente signifique algo negativo sobre el contenido.
¿Cómo se calcula la tasa de rebote?
En el momento que un usuario entra a la página web se inicia un código de seguimiento que mide las sesiones y otros aspectos relevantes del tráfico. Para ello, se suele implementar Google Analytics.
El índice de rebote se calcula entonces con el número de personas que entran en la página generando usa sesión y la terminan sin haber provocado interacción alguna, entre el número de personas totales que han entrado.
Dato avanzado: El calculo real según el propio Google sería el número de sesiones de páginas únicas (no navegación) entre el número de sesiones (con interacción) de páginas únicas totales. Lo que es básicamente lo mismo.
En este sentido, una persona que ha entrado en un blog informativo y ha leído durante 3 minutos, haciendo únicamente scroll y ha salido sin hacer nada más se puede contar como rebote.
Por esto se debe ser cuidadoso con esta métrica.
¿Cuándo se considera un buen porcentaje de rebote?: Valores aceptables
Este es uno de los errores más comunes entre los principiantes de la analítica web.
No existe algo como un buen porcentaje de rebote. Como ya se hemos mencionado antes, esta métrica significa cosas diferentes para cada proyecto o página. La clave aquí es saber qué es lo que estás buscando y lo que esta métrica significa realmente según tus objetivos.
Claro, esto no quiere decir que un porcentaje X no pueda llegar a ser indicativo de que algo está fallando, solo que la interpretación requiere de la óptica adecuada.
¿Cuándo saber si son fiables los datos de rebote?
Algunos inconvenientes en el código de seguimiento pueden provocar “fallos” en las métricas.
Un buen punto de partida es buscar índices de rebotes excesivamente altos (cercanos al 100%) o muy bajos (cercanos al 10 o 5 %), estos pueden significar errores en el seguimiento.
Por otro lado, las páginas más transitadas de tu web pueden tener porcentajes irreales de rebote, ya sea porque cumplen muy bien con el objetivo o no.
Asegúrate de dejarlos fuera y analizarlos de manera individual cuando hagas un prospecto general del rebote de tu web.
¿Qué quiere decir el porcentaje de rebote? ¿Cómo interpretarlo?
Lo primero que debes identificar es qué consideras un buen o mal resultado, es decir, debes responder a la pregunta ¿Qué quiero saber realmente?
Una vez que sepas esto, trata de segmentar los valores tanto como puedas, para que los datos arrojados por los informes estén lo menos contaminados posible.
Busca páginas con tráfico y con objetivos similares, ya sean entradas de blog con contenido de valor o Landing pages.
Es importante que filtres además el tipo de usuarios que entra a la página. Quienes llegan por una búsqueda orgánica, usualmente no quieren lo mismo que los atraídos por una campaña SEM.
En este punto, deberías tener una lista de páginas con sus respectivos índices de rebote, así que es hora de buscar la mediana de los datos. En estadística, esto quiere decir el valor central de un grupo.
Siguiendo este patrón, hay que revisar todos los valores con índices de rebote muy por encima de la mediana los cuales pueden ser buenos candidatos de optimización.
Relación entre la tasa de rebote, la tasa de salida y el Dwell time
Existen otros dos valores estrechamente relacionados al índice de rebote: la tasa de salida y el tiempo de permanencia o Dwell time.
Así como el índice de rebote indica el número de usuarios que entran a una página única y abandonan la web sin interacción, la tasa de salida es el número de personas que abandonan una página en particular (aun cuando no se trata de un rebote).
El tiempo de permanencia, por su lado, indica la cantidad de tiempo que transcurre desde que el usuario llega a la página hasta que la abandona.
Juntas, estas tres métricas ayudan a medir el engagement de un contenido, pero no deben confundirse entre sí.
Si un usuario ha entrado en su pagina A y ha navegado hasta la página B, abandonando la navegación, pasa lo siguiente:
- El tiempo de permanencia contabilizará cuánto se quedó el usuario en cada una de las URL de manera separada.
- Al navegar de una página a otra no se considerará un rebote.
- Ya que el usuario abandono su navegación en la página B, se contabiliza un aumento en el índice de salida de esa página.
Esto puede ayudarnos a entender el comportamiento de navegación del usuario.
¿Cómo recopilar el porcentaje de rebote de una página?
La manera más fácil de conocer datos de navegación y comportamiento del trafico en una página web, incluyendo el porcentaje de rebote, es a través de Google Analytics.
Basta con dejar el ID de seguimiento correspondiente a tu cuenta en el código fuente de la web y estrás listo para estudiar a tus usuarios.
Acciones que ayudan a optimizar la tasa de rebote
Una vez que entendemos que la tasa de rebote no es una métrica definitiva ni que se interpreta de manera universal, podemos abordar algunas acciones para optimizar este valor, que básicamente se resumen en aportar valor al usuario.
Ten en consideración las siguientes medidas que pueden permitirte reducir el índice de rebote real:
Ajustes en la intención de búsqueda.
Los usuarios que entran de manera orgánica a una web (a través de las SERPs) han usado un grupo de palabras clave para llegar ahí y quieren algo en específico.
Atinar a esa intención de búsqueda, con contenido de valor que solucione las necesidades de los usuarios es el objetivo. De lo contrario, estos abandonaran su web en un segundo, lo que se traduce en altos índices de rebote.
Analizar si una página da a los usuarios lo que fueron a buscar es la clave para lograrlo.
Actualizar el contenido.
No importa cuanto tiempo y recursos haya invertido en generar ese fantástico contenido, si este se encuentra desactualizado o es muy difícil de entender, los usuarios simplemente no lo consumirán.
Actualizar los contenidos con información relevante y reevaluar el lenguaje, para hacerlo más claro, es una buena práctica que ayuda a disminuir el rebote.
Refinar el aspecto visual.
El uso excesivo de pop-ups, anuncios y otros contenidos similares puede abrumar al usuario, haciendo que abandonen la página rápidamente.
Recuerda que no se trata de la cantidad si no del poder de conversión de tu contenido, se estratega y usa este tipo de recursos con moderación.
Reevaluar títulos y meta descripción
Los títulos y meta descripción son la carta de presentación de tu página ante los usuarios que se encuentran navegando en las SERPs. No solo se necesita llenarlos de keywords.
Introducir un contenido de manera coherente con lo que los usuarios consigan al ingresar a la página disminuirá drásticamente su tasa de rebote.
El objetivo es atraer tráfico cualificado, con potencial de conversión y con necesidades que realmente puedas cubrir. El tráfico masivo, forzado, a través de títulos y descripciones engañosas es más perjudicial que beneficioso y eso se refleja en el rebote.
Ser responsive
Los años donde el ordenador era la fuente principal de tráfico están en el pasado.
Crear contenido responsive, que se visualice bien en todo tipo de entornos o dispositivos, es fundamental para evitar que un gran segmento de visitas se pierda simplemente porque algo no ha cargado correctamente en el móvil.
PageSpeed
Disminuir el tiempo de carga de una página es una buena forma de reducir el rebote.
El público es impaciente y raras veces esperará a que las pesadas imágenes de 6MB terminen de cargar, así como el montón de videos que no le aportan valor en absoluto.
En resumen, deja sólo los elementos necesarios y comprime las imágenes tanto como te sea posible, sin que dañen la calidad de tu contenido.
Una página que carga muy rápido da una mejor experiencia al usuario y ayuda tanto al rebote como al posicionamiento.
Enlazado interno
Las páginas que producen rebote son aquellas que no generan interacción en el usuario y muchas veces esto no tiene nada que ver con tu contenido.
Hace falta que el usuario tenga oportunidad de navegar a otras secciones, por contenido de su interés. Esto es posible gracias al enlazado interno y los CTA.
Los usuarios no navegaran por toda una web por cuenta propia, debes proporcionar los caminos ideales para que vayan más allá de consumir una sola página y salir.
Mejorar el enlazado interno ayuda a crear interacciones por parte de los usuarios y así disminuir el rebote.
Reflexiones finales
Es poco realista pensar que una web con gran tráfico tendrá un índice idílico de rebote. No te obsesiones por esta métrica.
Lo ideal está en conocer realmente qué representa para tu proyecto y cómo está impactando al usuario, no solo tener el índice más bajo.
Ofrecer una experiencia satisfactoria al consumidor, con contenido de calidad y una plataforma bien cuidada es casi siempre la solución para valores altos de rebote.
Esta métrica debe ser usada como vía para comprender mejor a al público y el comportamiento general de un tráfico especifico y no como una meta a final.